La viscosuplementación es un procedimiento terapéutico que consiste en la inyección de ácido hialurónico en una articulación afectada, principalmente las rodillas, aunque también puede aplicarse en hombros y caderas. Su función es mejorar la lubricación y la amortiguación interna, aliviando así el dolor y ralentizando el deterioro del cartílago articular.
Mejora de la movilidad articular: Incrementa la elasticidad y viscosidad del líquido sinovial.
Reducción del dolor: Al disminuir la fricción entre los cartílagos, se atenúan las molestias en actividades diarias.
Prevención de un desgaste mayor: Puede retrasar la progresión de la osteoartritis y, en algunos casos, posponer o evitar cirugías de reemplazo articular.
Osteoartritis (Artrosis)
De rodilla, cadera u otras articulaciones de soporte que presentan desgaste.
Pacientes con dolor crónico que no responde adecuadamente a antiinflamatorios o rehabilitación convencional.
Lesiones degenerativas
Tendinopatías o microtraumas repetitivos que afectan la calidad del cartílago articular.
Personas con mayor riesgo de artrosis por factores hereditarios o sobrepeso.
Complemento en deportistas
Ayuda a mantener la lubricación y prevenir lesiones en atletas de alto rendimiento o personas muy activas físicamente.
Generalmente se aplican de 1 a 3 inyecciones por ciclo de tratamiento. La mejoría puede percibirse desde la primera o segunda aplicación.
No suele ser doloroso. Se utiliza una aguja fina y, en ocasiones, anestesia local para mayor comodidad.
Pueden extenderse entre 6 y 12 meses, dependiendo de factores como la actividad física y el estado general de la articulación.
Personas con infección activa de la articulación o reacciones alérgicas conocidas al ácido hialurónico. El ortopedista evaluará cada caso de forma individual.
Lo habitual es guardar reposo relativo uno o dos días, evitando esfuerzos intensos. Tu médico te dará instrucciones específicas según tu condición.